Tipos de útero y malformaciones uterinas
Al igual que cada una de
nosotras somos diferentes en nuestro aspecto externo, lo mismo ocurre con
nuestros órganos internos. En el caso del útero, aunque su función es la misma
no hay dos iguales.
Se estima que un 4-7% de la población
general tiene anomalías congénitas en el útero, es decir que se presentan
desde el nacimiento.
Se denominan anomalías porque el útero es muy
diferente al de la mayoría de las mujeres, lo que puede provocar afectaciones
en el desarrollo de un embarazo de forma normal. De hecho, alrededor
del 18% en las mujeres con abortos de repetición, presentan estas
anomalías.
Clasificación
de las malformaciones uterinas
En 2013 la Sociedad Europea de Reproducción
Humana y Embriología (ESHRE) y la Sociedad Europea de Endoscopia
Ginecológica (ESGE) propusieron un sistema de clasificación de
las anomalías uterinas en las siguientes clases:
Nota: La clasificación que a
continuación leerás sigue un orden de mayor a menor prevalencia.
U0: útero normal: presenta un contorno del fondo del útero recto o
curvado, pero con una hendidura interna en la línea media del fondo que no
supera el 50% el grosor de la pared uterina.
U1: útero dismórfico: externamente es normal, pero internamente, la cavidad
es más estrecha debido a que las paredes del útero son más gruesas. Puede
tener forma de T o ser muy estrecho (útero infantil).
U2: útero septado: externamente es normal, pero internamente tiene
un tabique, llamado septo, que puede dividir parcial o totalmente el útero en
dos cavidades.
U3:
útero bicorpóreo: externamente no es normal, porque tiene
una especie de escotadura que crea un pliegue hacia el interior de la cavidad
uterina, dividiéndola parcial o totalmente.
U4: hemiútero: es un útero en el que únicamente se desarrolla
un lado o hemicavidad uterina, que es funcional y está totalmente desarrollada.
La
otra parte puede estar formada de manera incompleta o estar ausente.
U5: útero aplásico o displásico: hay una ausencia completa o unilateral de una
cavidad uterina desarrollada. En algunos casos, pueden existir uno o dos
cuernos rudimentarios con cavidad, estos casos se asocian a problemas de salud,
por lo que requieren tratamiento.
U6: para casos todavía sin
clasificar: en este
grupo se incluyen las anomalías infrecuentes, los cambios sutiles o la
combinación de patologías que no pueden ser incluidas en ninguno de los grupos
anteriores.
Síntomas
La mayoría de las
malformaciones uterinas son asintomáticas, es decir, que la persona no siente
ninguna molestia y no se dan cuenta de que tienen una malformación hasta que se
les realiza una ecografía transvaginal de rutina o visitan a un
especialista en fertilidad cuando aparecen problemas para quedarse embarazada.
Diagnóstico
Para confirmar la sospecha de una malformación
uterina, se requieren estudios de imagen que proporcionen información
medible de la anatomía del útero.
Tratamiento
Muchas mujeres con una
anomalía uterina congénita no tienen problemas médicos ni reproductivos, por lo
que no requerirán ningún tipo de tratamiento.
Cuando la malformación
uterina está provocando dificultades para lograr un embarazo, el caso debe
individualizarse para sugerir el tratamiento más adecuado.
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