Síndrome de ovario poliquístico (S.O.P)


El síndrome del ovario poliquístico afecta a un 5 a 10% de las mujeres. Es una disfunción endocrino-metabólica de alta prevalencia. En los últimos años se ha podido establecer, que este trastorno no sólo está limitado a la mujer en etapa reproductiva sino que puede manifestarse desde el período prepuberal y quizás antes. Su etiología es incierta y se manifiesta por síntomas y signos variados que afectan a cada mujer en forma particular.

¿Qué lo causa?

Se desconoce la causa exacta del síndrome del ovario poliquístico. Hay evidencias que indican que existe una disfunción en la enzima que controla la producción de hormonas masculinas. Como resultado, aumenta la producción de dichas hormonas (andrógenos). Los niveles elevados de hormonas masculinas aumentan el riesgo de presentar síndrome metabólico (con presión arterial alta, niveles altos de colesterol y resistencia a los efectos de la insulina). Si los niveles de hormonas masculinas se mantienen altos, aumenta el riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas o vasculares, e hipertensión arterial. Además, algunas de las hormonas masculinas pueden convertirse en estrógenos y aumentar los niveles de estos. No se produce suficiente progesterona para equilibrar el aumento de los estrógenos. Si esta situación continúa mucho tiempo, el revestimiento del útero (endometrio) puede llegar a engrosarse extremadamente (hiperplasia endometrial). Además, puede aumentar el riesgo de cáncer de endometrio.
En muchas mujeres con síndrome del ovario poliquístico, las células del cuerpo resisten los efectos de la insulina (proceso denominado resistencia a la insulina, o a veces prediabetes). La insulina ayuda al azúcar (glucosa) a pasar al interior de las células con el fin de que estas puedan utilizarlo para producir energía. Cuando las células se resisten a sus efectos, la glucosa se acumula en la sangre y el páncreas produce más insulina para tratar de reducir los niveles de glucosa en sangre. Si la resistencia a la insulina se convierte en moderada o grave, se diagnostica diabetes.

Síntomas
Los síntomas habitualmente aparecen durante la pubertad y varían de una mujer a otra.
Por lo general, los periodos menstruales no comienzan en la pubertad y los ovarios no liberan óvulos (es decir, no se ovula) o los liberan de una manera irregular. Los sangrados vaginales son irregulares o se produce una ausencia de menstruaciones.
También aparecen síntomas relacionados con los niveles elevados de hormonas masculinas, lo que se conoce como androgenización. Los síntomas incluyen acné, voz grave, disminución del tamaño de las mamas, y aumento del tamaño muscular y del vello corporal (hirsutismo). El vello presenta una distribución masculina (por ejemplo, en el pecho y la cara), y el pelo puede ser escaso en las sienes.
La mayoría de las mujeres presentan tendencia al sobrepeso u obesidad. La producción excesiva de insulina contribuye al aumento de peso y dificulta su pérdida. El exceso de insulina también puede hacer que la piel de las axilas, la nuca y los pliegues cutáneos se oscurezca y se haga más dura (un trastorno conocido como acantosis nigricans).

Diagnóstico
Por lo general, el diagnóstico se establece en función de los síntomas. Pueden realizarse análisis de sangre para determinar los niveles de hormonas, como la hormona foliculoestimulante y las hormonas masculinas. Se realiza una ecografía para comprobar si los ovarios contienen quistes, aunque el hecho de tenerlos normales, no excluye el diagnóstico. También la ecografía nos para detectar si hay un tumor en una glándula suprarrenal o en un ovario. Estos tumores pueden producir un exceso de hormonas masculinas y, por lo tanto, causar los mismos síntomas que el síndrome del ovario poliquístico.
Se determina la presión arterial y generalmente también los niveles de glucosa y grasas (lípidos) en la sangre para detectar un síndrome metabólico. Pueden hacerse análisis de sangre para detectar un síndrome de Cushing. A menudo se hace una biopsia del revestimiento interno del útero (biopsia endometrial) para descartar un cáncer.

Tratamiento
La elección del tratamiento depende del tipo y de la intensidad de los síntomas, de la edad de la mujer y del deseo de quedarse embarazada.
Si los niveles de insulina son altos, puede ser beneficioso disminuirlos. El ejercicio (al menos 30 minutos al día) y la reducción del consumo de hidratos de carbono (pan, pasta, patatas y dulces) contribuyen a disminuir los niveles de insulina. En algunas mujeres, la pérdida de peso disminuye estos niveles en cantidad suficiente como para que pueda iniciarse la ovulación. La pérdida de peso también puede ayudar a reducir el crecimiento del vello y el riesgo de engrosamiento del revestimiento uterino.
Las mujeres que presentan S.O.P pueden tomar píldoras anticonceptivas para controlar los síntomas como la irregularidad en los ciclos menstruales, estabilizar las hormonas y así controlar también el acné.


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