¿Cuáles son los cambios, en cada trimestre del embarazo, en la gestante y el bebé?
Tener un nuevo ser
dentro del organismo para cuidarlo y protegerlo no es una tarea fácil para las
madres. Pero cuando entienden cuáles serán los posibles cambios de la madre y
los del bebé, el embarazo es más llevadero.
Las transformaciones
físicas y emocionales son muy notorias en las mujeres que se encuentran en
periodo de gestación; asimismo, el desarrollo del bebé dentro del útero les
ocasiona algunas modificaciones que son normales y que deben conocerse para que
la madre se encuentre tranquila y sepa responder a cada uno de los cambios.
Es importante que la
gestante tenga en cuenta que el embarazo es una condición que implica a su
organismo una adaptación para recibir a otro organismo, totalmente dependiente,
dentro de sí mismo. Cada uno de estos cambios tiene una justificación y aunque
cumple un fin benéfico para el embarazo, muchas veces puede tener efectos
incómodos en el organismo de la madre.
Cambios en el primer trimestre de embarazo
Madre:
El primer signo que
se detecta en la mujer es la amenorrea, es decir, la ausencia de la
menstruación. También cambia la coloración del cuello uterino, aumenta el
tamaño del útero y cambia su contextura, pues se pone más blando. Este
crecimiento (sobre todo en las mujeres primígestantes) puede ocasionar molestias
dolorosas en la parte inferior de la pelvis.
Los senos se vuelven
más pesados y aumentan de tamaño, a causa de la acción de las hormonas; Además,
son más sensibles, ya que se preparan para la lactancia. La areola tiene un
aspecto más oscuro. Incluso, puede producir secreción aun sin estimulación.
Los estrógenos actúan
sobre los melanocitos (células de la piel que le dan su color) haciéndolos más
sensibles, lo que ocasiona el oscurecimiento de los pezones, de la piel de las
axilas, las ingles y la línea media del abdomen, al igual que pueden aparecer
algunas manchas en la cara.
En cuanto a los síntomas, algunas mujeres presentan vómito y náuseas. Otras molestias son los mareos, sialorrea (aumento de la salivación), sensación de cólicos menstruales debido a la dilatación del útero, micción más frecuente, a causa de la presión que ejerce el útero sobre la vejiga; sensación de hambre, reflujo y estreñimiento.
En cuanto a los síntomas, algunas mujeres presentan vómito y náuseas. Otras molestias son los mareos, sialorrea (aumento de la salivación), sensación de cólicos menstruales debido a la dilatación del útero, micción más frecuente, a causa de la presión que ejerce el útero sobre la vejiga; sensación de hambre, reflujo y estreñimiento.
Aumenta el cansancio
y el sueño. La mujer sube entre 1 y 3 kilogramos, dependiendo de los
síntomas y de los hábitos de alimentación.
Se presentan
sentimientos encontrados sobre la maternidad, la vida en pareja y laboral.
El estado de ánimo
varía entre la ansiedad, la euforia y la tristeza.
Todos estos cambios
son normales y necesarios para el desarrollo del embarazo e irán pasando a
medida que avanza la gestación.
Recuerda que cada
organismo es diferente y los cambios pueden variar de una mujer a otra.
Bebé:
El embrión se encuentra en un estado preembrionario que comprende desde el momento de fertilización hasta la tercera semana. Posteriormente, entrará al periodo embrionario que corresponde de la cuarta a la octava semana. En este momento, se forman la mayor parte de los órganos y es el periodo de crecimiento y diferenciación.
En la cuarta semana,
el embrión tiene forma tubular, mide 5mm y, de sus partes laterales, empiezan a
insinuarse cuatro yemas que van a dar origen a las extremidades. Se inicia la
formación del aparato digestivo, del sistema circulatorio y del sistema
nervioso central.
El cerebro empieza a
crecer rápidamente, en la quinta semana; se configuran las fosas nasales y los
miembros inferiores comienzan a diferenciarse. En la sexta, los ojos son más
notorios, se forma la retina, el labio superior, el pabellón auricular y la cara
adquiere mayor diferenciación. En la séptima semana, se desarrollan las
extremidades y se forman los párpados. Ya en la octava, se completa el
desarrollo de los miembros y la cabeza es más redonda y representa la mitad del
cuerpo. Las extremidades ya se han formado, y las manos y pies tienen dedos,
pero no uñas.
Al tercer mes, los
genitales se han formado y diferenciado, la cabeza es más redonda y representa
la mitad del tamaño de todo el feto. Para ese entonces el feto mide
aproximadamente 9 centímetros y pesa 14 gramos.
Segundo trimestre
Madre:
Durante este trimestre los cambios corporales de la mujer son los protagonistas, pues las náuseas y el vómito ya han desaparecido.
Se
presentan cambios posturales, cambia la forma de caminar, esto se debe a
que el peso del abdomen se aleja del eje de la columna, afectando el centro de
gravedad y modificando la posición de la espalda. Por esto abren más los pies
para manejar mejor el peso y mantener el equilibrio. Se pueden aumentar más o
menos 4 o 5 kilos; de estos, solo uno corresponde al bebé y los demás son el
conjunto de placenta, líquido amniótico, aumento del volumen mamario, volumen
vascular y de grasa.
La comida circula
lentamente por el tracto digestivo y se alberga más tiempo en el estómago, a
causa de los cambios hormonales. Esto puede generar reflujo, acidez y
estreñimiento.
La recompensa a todos
estos cambios, es que en este trimestre se empiezan a percibir los movimientos
del/la bebé.
Bebé:
En el segundo trimestre de embarazo la/el
bebé termina de formar sus extremidades, las facciones del rostro y reacciona
al sonido de la voz de la madre.
Se forman completamente los ojos, la nariz, la boca y las orejas. En este
momento las piernas son más largas que los brazos.
Empiezan sus primeros gestos como el bostezo y el movimiento de la frente. Se
identifica el sexo. Inicia la producción definitiva de la sangre en la médula
ósea.
Al quinto mes,
empieza a mover las extremidades. Además, desarrolla la coordinación, el tacto
y el movimiento. Se forman las uñas y ya tiene pestañas y cejas. También
empieza la formación de los dientes.
En el siguiente mes,
tiene habilidad de reaccionar a los estímulos, escucha los sonidos del ambiente
y los que provienen de la madre y el padre. Aparecen las cejas y pestañas.
Tiene ya reflejos y, si nace, puede llorar, gritar y moverse.
Tercer
trimestre
Madre:
En esta última etapa la madre se siente más cansada, duerme poco, se produce
retención de líquidos que hace que se vea más hinchada.
Es más evidente el
aumento del tamaño del útero y suelen aparecer estrías.
El ritmo de
respiración cambia causando fatiga y ahogo, pues el tamaño del abdomen,
ocupado por el útero grávido, disminuye la capacidad pulmonar y esto obstruye
un poco la entrada de aire.
Aparecen las
contracciones falsas, o también llamadas “contracciones de Braxton-Hicks”, que
ayudan a preparar el útero para el trabajo de parto.
Por otra parte, se
percibe una sensación de calores y sudoración más abundante de lo normal. Se
presentan taquicardias, aumento del estreñimiento y dolor de piernas. El útero
ejerce una enérgica presión sobre la vejiga aumentando la frecuencia urinaria.
La madre también
puede presentar más ansiedad y cambios sicológicos, dado que se acerca el
momento más esperado en estos 9 meses
En esta etapa, la
mujer puede aumentar de peso entre 3 y 5 kilos.
Bebé:
En el último trimestre de embarazo, el bebé
crece rápidamente y adopta la posición final, que en la mayoría es con la
cabeza hacia abajo.
En el séptimo mes el bebé controla sus funciones respiratorias.
La piel se va tornando más opaca, menos arrugada y desaparece el vello fino.
Los sentidos van madurando, logrando percibir los sonidos. Al octavo mes sus
movimientos son más complejos y adopta una posición encogida, pues no tiene el
mismo espacio para moverse. ·
En el último mes el bebé está preparado para nacer, crecen el pelo y las uñas,
produce anticuerpos que lo protegerán de posibles infecciones.
En esta etapa él bebe
puede estar pesando entre 4 y 6 libras, aunque esto varía mucho de acuerdo a la
genética de cada bebé.
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